Además, durante su estancia allí se gradúa en la modalidad de Percusión en la Escuela de Música Moderna y Jazz de la Universidad de Cádiz donde tiene como maestro a D. Juan Sainz, que se convierte en un gran referente musical y personal para él. En ella trabaja la incorporación de los instrumentos de percusión latina en la batería y consigue la unión de esos dos ámbitos, Baterista y Percusionista, en uno sólo. De esta forma, como percusionista logra aportar colores diferentes a las formaciones en las que trabaja.

El camino de Alberto lo ha llevado al mundo del flamenco, la salsa, el jazz, el pop y la música de inspiración afro-latina entre otros muchos géneros. Muestra un gran respeto por los que vinieron antes que él y por supuesto, hacia sus maestros en el mundo de la percusión y sus mayores influencias, como el artista productor, compositor y arreglista Tony Succar, con el cual tiene el honor de compartir profesión y que acaba convirtiéndose en una persona muy importante para él también en el ámbito personal.